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Temas de Cooperación Internacional para el Desarrollo

La institucionalización de la perspectiva de género C. Sauteron en el desarrollo y, por lo tanto, recetas para su incorporación en las iniciati- vas de desarrollo.69 Algunas feministas poscoloniales70 de los países menos autónomos,71 entre ellas Chandra Mohanty, advierten que se ha dado un pro- ceso de “colonialismo discursivo” por parte del feminismo de Occidente al que tachan de “etnocéntrico” y “universalista”.72 También acusan al mundo académico occidental y a algunas instituciones de cipd de haber promovido una “tendencia a esencializar a la mujer del Tercer Mundo”, es decir, “haber creado una mujer del Tercer Mundo que es un ‘otro’ indiferenciado, oprimi- do a la vez por su género y por el subdesarrollo tercermundista”.73 Una problemática adicional ligada a la despolitización del concepto de género es el predominio, sobre todo desde los años ochenta, de una lógica gerencial en el ámbito de la cipd, ligada al auge del modelo económico neoliberal. Dicha lógica gerencial está marcada por la adopción de metodo- logías tecnócratas y de mercadotecnia, basadas en la eficiencia, la obtención 51 de resultados, la rendición de cuentas y la transparencia, en el seno de las agencias de cooperación así como de las ong, que las hace parecerse a empresas privadas, puesto que la obtención y cuantificación de resultados inmediatos son incompatibles en términos de tiempo con el desarrollo de los procesos sociales. La tendencia a la neoliberalización de la cooperación internacional y la proclividad a “tecnocratizar” la cipd también han repercutido en el movi- miento feminista y/o la agenda de género. Muestra de ello ha sido, como lo indica Virginia Vargas, el proceso de “ongización” del movimiento feminis- ta, que ha fomentado la profesionalización, la especialización y la fragmen- tación a través de la contratación de “expertas(os)” que abordan la cuestión de género desde un enfoque técnico, mas no político; lo cual ha contribuido a la despolitización de las demandas feministas.74 Coincido con Claudia Salazar acerca de que la profesionalización y la especialización tienen dos limitaciones: por un lado, crean saberes “hegemó- nicos” que ignoran y niegan los procesos comunitarios de saberes que no han sido codificados disciplinariamente a la manera de las ciencias occidentales. Por otro, de poco sirven en contextos de exclusión y de pobreza en los que, por lo general, es necesaria una mirada integral de los problemas comunitarios.75 La institucionalización y la “ongización” del movimiento feminista han sido objeto de intensos debates entre las feministas latinoamericanas y caribe- D. R. © 2010, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.


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